Tenía pensado dedicarme a escribir ayer, pero fue un día muy ocupado para mí.
Si señoras y señores, ayer fue mi cumpleaños, diesisiete años. Es como que los primeros días después de tu cumpleaños te quedás como diciendo waw, es un número grande y eso es así por más que cumplas ocho años.
Ayer acostada en mi cama y ya habiendo terminado mi día, me puse a pensar, es mi último año como menor de edad, a partir del año que viene me deparan demasiadas cosas, que la verdad no estoy muy segura de querer que vengan. Pero ya hablé demasiado sobre "lo que viene" a lo largo de los posteos de mi blog.
Pensar que hace ya dos años, estaba bajando del micro que me traía de Carlos Paz, del viaje de egresados de noveno, es demasiado poco creible que ya hayan pasado dos años de eso que recuerto tan claramente, un viaje que tuvo muchos aspectos negativos, demasiados tal vez, para lo que se supone tuvo que haber sido un excelente recuerdo.
Pero tengo que reconocer que después de esos días, tuve una época bastante felíz, un lindo verano.
El año anterior a ese, por algún motivo, no tengo la más minima idea de qué paso, es como que se borró completamente de mi mente mi cumpleaños número catorce.
El año pasado fue un buen recuerdo también, la pasé muy bien,y nuevamente, la época posterior fue buena, demasiado buena para mi, algo que disfruté y que extraño como pocas épocas de mi vida.
Por como pintan las cosas desde mi perspectiva de hoy, no parece que se vuelva a repetir esa suerte, ya tengo varias cosas con las que no cuento y que por ahí en años pasados sí, algunas cosas que a mi pesar, se van a terminar, o que no parecen tener otro futuro más prometedor, y demás cuestiones que están tomando un giro que no me agrada en lo absoluto.
Según mi punto de vista, un cumpleaños es una fecha en la que la gente te saluda, te recuerda cuánto te quiere, te sentís un poco importante, y creo que eso es lo lindo, sentirse querido por la gente que justamente vos querés. Sin embargo no creo que pase de eso, porque yo lo siento como un día común, creo que se lo denomina "especial" por ser una simple creación de las personas y nada más.
Pero más allá de eso, lo escencial y lindo del cumpleaños creo que es lo que ya dije, sentir que la gente se acuerde de vos, y te lo demuestre.
Y creo que es la primera vez que siento la falta de eso, el estar esperando e imaginando que determinadas personas te recuerden, por más que en el medio de todo haya miles de cuestiones que no vale la pena ni mencionar, pero que más allá de eso te demuestren que estás presente, que valés o aunque sea fuiste algo que valió para esas personas, como ellas lo valieron para uno. Y más allá de que inconcientemente se sepa que no vas a recibir aunque sea un saludo, lo esperás, y cuando no llega, se siente (valga la redundancia)una sensación bastante amarga dentro de uno mismo que opaca todo, por más que ya se sepa que las cosas serían así. Es algo que decepciona bastante, pero creo que eso queda en cada uno, en como se lo toma la persona en cuestión.
En mi caso fue algo a lo que le di bastante importancia, tal vez más de la merecida, porque por ahí es hora de superar determinadas situaciones y porque no creo que sea algo correspondido, cuestión que también duele bastante.
Pero bueno, más allá de que yo tenga una habilidad especial para verle lo negativo hasta a mi propio cumpleaños, no significa que sea totalmente así, y por suerte hay montón de personas que me ayudan a mantener la sonrisa firme aunque sea por un par de horas consecutivas, y creo que eso es lo que vale la pena.
Ahora me retiro, con mis relucientes diesisiete años (y un día), habrá que ver que me espera en este nuevo año , creo que si hay algo que aprendí y estoy aprendiendo en mi joven vida (?¿) es que las cosas pueden darse vuelta de un momento a otro, y que en un año puede cambiar no una cosa, sino miles.
Hasta el próximo posteo
jueves, 18 de octubre de 2007
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