Me levanto y estoy en 10 de Junio.
Un amigo me hace caer, te das cuenta que en tres semanas se termina la cursada?.
¿Tres semanas? Ayer estaba parada adelante de mi aula de Arquitectura 1, observando temerosa a todos y cada uno de los individuos que transitaban por ahí, y evaluando cuales serían mis potenciales compañeros, pensando cómo me equivoqué, tengo que pensar en otra carrera. ¿En qué momento se dio el gran salto en el tiempo?.
Me resulta tan irreal simplemente porque hace exactamente un año, terminando mi primer cuatrimestre de facultad, el agotamiento extremo, el miedo y la cantidad "descomunal" (JA como me río de mi misma si pensaba que eso era descomunal) de trabajo me hicieron sentir que ya había pasado un año completo, ¿recién medio año?, matenmé. ¿Cuáles son los motivos para que esta vez haya sentido que pasaron tres semanas desde que empecé?, realmente no lo sé.
Trabajo mucho, duermo poco, realmente muy poco, viajo..demasiado, es inevitable, esta carrera se te mete hasta por debajo de la cama. El año pasado me consumió demasiado esa sensación, la de tener en ON el boton de UNIVERSIDAD en el cerebro...constantemente, era desgastante. Pero de cierta manera me fui acostumbrando.
Debo reconocer ciertas cosas, por un lado, me lo tomo muy a pecho, tengo que relajarme más porque me va a hacer mal, de hecho ya he tenido episodios de recaídas muy fuertes debido a mi carrera. ¿Quién me corre? ¿Por qué tanto apuro?, me estoy auto-exigiendo mucho, y llegué a un punto en el que estoy empezando a evaluar hasta dónde pesa más mis enormes ganas de recibirme rápido y hasta donde bajar un par de cambios y disfrutar un poco más de mis estudios, porque ciertamente no lo estoy haciendo al cien por ciento y podría.
Pese a ello, estoy satisfecha, ya lo he dicho. Trabajo muchísimo, y a veces en vano, pero la sensación de estar encaminada, de aprender tantas cosas nuevas, los cambios en los manejos de tu vida, la independencia, se siente bien, me hace aguantar la presión -la mayoría del tiempo-
Y lo mejor de todo es que lentamente estoy empezando a equilibrarlo con....el resto de mi vida, o el poco resto que me queda.
La realidad es que desde que comenzó este año, con todos los cambios que implicó el mismo, me di cuenta de mi triste situación: al perder ciertas cosas, y sentir la necesidad de volcarme de lleno en los estudios, como simple acción defensiva, y para no caer completamente en un pozo bien profundo, fue eso todo lo que tenía. Me paré a la distancia, y me vi a mi misma teniendo solo eso, solo mi carrera, ignorando todos los otros aspectos de mi vida, ¿por qué?. Estaba tan acostumbrada a repartirme entre eso y cosas que ya perdí, que cuando estas últimas dejaron de estar, tuve que llenar todo el vació con la primera. Y la cuestión del caso es que ni una ni otra de las dos está bien, hay más cosas más alla.
Pero no lo ví hasta que llegué a una situación crítica que me sirvió de punto de inflexión, yo no quiero seguir así, ni tampoco quería ser como todas las personas que veo día a día en la facultad, a quienes lo único que las apasiona es la Arquitectura, no quiero tener la vista tan cerrada en mi vida, y no va a ser así. Si hay algo que me hizo cuestionarme tanto qué rumbo tomar cuando terminé el secundario fue justamente eso, me interesan demasiadas cosas, me gustaría hacer miles que sé que no me va a alcanzar la vida para hacerlo. Pero lo que menos quiero es limitarme a una sola.
Y estaba haciendo eso hasta en el aspecto mas banal o mundano de mi vida.
Me cuesta enderezar eso, porque sigue siendo mi primera prioridad, pero estoy haciendo todo lo posible para acomodar los espacios, me di cuenta que me hace mucho bien, que funciono mejor si me hago un tiempo un sábado a la noche, estoy con amigas y el domingo por ahí duermo un poco menos por lo que postergué; a que trabajar los siete dias de la semana de corrido, ¿quién puede mantener ese ritmo de vida y no caer terminar psicótico?.
De hecho, al empezar a hacer esas cosas me di cuenta lo necesarios que se volvieron mis afectos en estos tiempos, realmente no recuerdo otra instancia en mi vida en la que haya sentido que me hiciera tan bien estar con la gente, en cualquier ámbito, compañeros, familia, amigos del barrio y de mil lugares más. Por fin me siento un poco más normal que de costumbre, en el buen sentido, no en el sentido de ser igual al grueso de la gente, sino por el hecho de disfrutar y hacer cosas que coinciden con...la humanidad en general, por exagerarlo un poco.
Y así, de a poco es como voy cambiando mis metas, mis prioridades, mis actividades, mis hábitos, intentando que sea para bien y equilibrándolos para poder empezar a tener un estilo de vida que vengo proyectando desde que tengo catorce años.
Siempre pensé que mi vida sería mucho más interesante después de terminar el colegio, entrando en los veintes. La verdad no se por qué siempre albergué esa idea; tampoco digo que estoy convencida de que está siendo así, pero por lo menos es el día de hoy que siento que tengo menos motivos relevantes por los cuales quejarme, y que todo eso depende íntegramente de mi.
Hoy todos los aspectos de mi vida ya no dependen de alguien más, algo que tanto mal me hizo últimamente. Y se de ahora en más, por más que puedan llegar a cambiar ciertas circunstancias, se que eso se tiene que mantener ante todo. -¿Entendiste Stefanía? Grabátelo en el cerebro-
¿Y qué me falta todavía? Determinación y fuerza de voluntad, como siempre. Me gustaría hacer muchas cosas en mi vida, poder organizarme bien y tener más actividades, me cuesta tanto arrancar.
Quiero aprender a manejar, quiero retomar guitarra, quiero aprender a tocar la batería, quiero hacer alguna actividad física, aunque sea correr, o conocer el (valga la redundancia) desconocido mundo de los gimnasios, quiero hacer un curso de CAD, quiero alguna vez en la vida hacer el de fotografía, quiero cortarme el pelo y hasta me gustaría aprender a cocinar (de gorda nomás).
Y si lo pienso no es nada del otro mundo, pero tengo que ser realista: si bien una gran parte depende de mi, tengo que considerar que mis días por desgracia no tienen 48 horas, y configurar eso entre las 24 horas semanales de facultad, más inglés y matemática, es difícil, no imposible.
Ya veré, tengo como tarea imponerme la premisa let it be, y desacelerarme. Se que estoy llendo por el camino de ir mejorando cosas, se que de a poco me voy sintiendo mejor, se que puedo superar las cosas que me lastimaron, y se que mientras me mantenga con esta mentalidad me voy a sentir bien.
Como bien recita el título de mi blog y dice mi queridísimo Dave Grohl, It's times like these you learn to live again -me grabaría esa frase en la piel-
Más optimismo en una entrada de blogconpatas? imposible.
Y juro que no estoy con ningún delirio místico.. por suerte (:
jueves, 10 de junio de 2010
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1 comentario:
me encanta que estes asi, en serio. me pone very happy. a seguir asi cosi!
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