¿Cómo se sentía sentir?
Últimamente me hago mucho esa pregunta a mi misma.
Me siento en una epoca extraña, anormal a mi, o a ciertas rutinas mías.
Creo que influye mucho en eso el paso del tiempo; que si bien a veces pienso que no surte efecto, me equivoco. Y no se si eso es bueno o malo. Solo sé que pasa, y que da resultado a una indiferencia de la cual desconfío.
A estas alturas me pongo a analizar cosas, hechos pasados, recuerdos, sentimientos vividos. Y creo que si bien no pasó mucho tiempo de ellos, estoy en condiciones de sacar algunas conclusiones.
Me pongo a comparar las cosas, las épocas, y según mi estado de animo, siempre tiendo a optar por alguna distinta.
Ya no se que prefiero: Esta indiferencia, que me resulta muy calma, tranquila, en la cual si bien no tengo grandes felicidades, tampoco es así con los sufrimientos, es una extraña sensación de estar en un limbo subjetivo. Me permite disfrutar de cosas pequeñas, porque no dependo del estado de alguna u otra situación predominante.
Pero por otro lado, a veces se torna aburrido, más es así debido a que es una extraña condición en mi, yo casi nunca estoy en esa situación. Y cuando recapitulo algunos recuerdos, no puedo decir con mucha seguridad que no los extraño; porque sé que me generaron amarguras, pero a su vez dibujaron mis sonrisas, que fueron duraderas, y no tan supérfluas como las pequeñas cosas que actualmente me pueden alegrar un día.
Es todo cuestión de poner las cosas en la balanza, y mi balanza esta en contínuo movimiento, sin permitirme darme cuenta cuál es el lado que más pesa: el de la tranquilidad indiferente o el de los sentimientos ambivalentes.
Si ahora tuviera que optar por cuál prefiero, tendría que meditarlo por un largo rato, sé que si elijo la situación de cómo estoy ahora, a la larga me va a desesperar lo aburrida que es mi vida, pero todo está bastante calmo ahora que estoy saliendo de un estado del cual me cuesta escapar, que es el de aferrarme a cosas que lastiman.
Pero sé que si elijo el otro lado, el de situaciones más consistentes y más determinantes, voy a pasármela entre alegría y tristenza; y a veces, el simple hecho de recordarlo me arruga la cara, como si estuviera comiendo limón.
Me molesta esta incertidumbre mental, por ponerle algún nombre, pero creo que es una etapa de transición, y lo que de verdad me intriga, es lo que pueda llegar a pasar de acá en adelante, porque se que mi vida da vueltas como una calesita y que me puede dejar en cualquier lado. Supongo que lo tengo que interpretar como un descanso, como un entretiempo. Lo único que pido es que de una vez por todas, pueda salir de una con una sonrisa y que las cosas se me hagan menos complicadas de lo que son y de lo que yo misma las complico.
sábado, 17 de noviembre de 2007
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