jueves, 20 de marzo de 2008

Como andás blog? Tanto tiempo

Cuanto tiempo sin aparecer por acá, meses, muchos meses. Supongo que si no dí mis muestras de vida se debió íntegramente a que no tenía, en principio, la capacidad de poder escribir ciertas cosas, y cuando me refiero a capacidad no me quiero decir que no me da el cerebro sino que hubiera sido como revolver con una rama de un árbol dentro de una herida en el centro del pecho, no sé si soy clara.
Y es hoy, justamente hoy, veinte de marzo '08 que me percato del paso del tiempo, tanto dentro de mi blogconpatas como fuera de él. Si tuvieran que hacer un electrocardiograma de mi estado anímico en estos últimos tres meses creo que la varilla (va, no sé como se hacen ahora, pero tengo la antigua idea de que los electros se hacen con esa varilla que se mueve de abajo para arriba) se hubiera movido estrepitosamente en dirección vertical ()
Mis veranos siempre tienden a ser más interesantes que todo el resto del año junto, para bien o para mal... o para ambos.
Rescato cosas, muchas, pero me dí cuenta que la indefinición o la "nada" que sentía antes de este verano, la cual redacté en mi lejano último posteo acá; creo que esa nada se desdibujó un poco para transformarse en un dejo de melancolía algo triste.
En este tiempo me replanteé tanto algunas cuestiones... tomando decisiones que en un instante se desmoronaban fácilmente, haciendo que vuelva a replantearlas, y así se generaba (se GENERA porque es un proceso que todavía no supero) un círculo interminable.
¿Me tengo que arrepentir? Hoy me pregunto eso...Lo seguro es que salí perdiendo pero, ¿Eso no me sirvió acaso? ¿valió la pena? , ¿Qué hubiera pasado si las cosas hubiesen sido distintas?, seguramente hoy no estaría escribiendo esto, tal vez estaría más feliz, o tal vez no, obvimente.
Quisiera volver el tiempo atrás, y quisiera poder ver el futuro, quisiera que estando en el pasado, pueda ver el futuro y ver que pasaría si huviera realizado o no realizado mis actos, evaluar si valió la pena jugarme o si era preferible evitarme tantas cosas.
Todo tiene su lado bueno y su lado malo, y yo soy una fiel creyente de eso, pero en este momento me está matando la duda de cuál hubiese sido el lado predominante si las cosas se hubiesen dado de otra manera. La verdad es, en realidad, que ni sé cuál es el que predomina en la realidad que tocó elegir.
Solo sé que en este momento lo único que gira por mi mente es el hecho de que las cosas salieron mal, y me odio por haberlo sabido siempre y nunca haber sido lo suficientemente madura para mirar el destino de las cosas a la cara y hacer algo para cambiarlo, en vez de simplemente ignorarlo haciendo de cuenta que nunca llegaría, pero no iba a ser así, y acá estoy después de eso.
¿Me equivoqué? Necesito que alguien me diga la respuesta, y más necesitaría que fuese la que quiero escuchar no Stefi, no te equivocaste, lo que hiciste, lo que pasó te sirvió Pero, ¿habrá valido la pena la enseñanza?, ¿o estaba mejor careciendo de ella?
No sé si se nota pero tengo MUCHAS dudas en la cabeza en este momento, y lo triste es saber que nadie tiene las respuestas, porque por más que alguien quisiera dármelas, nadie estuvo en mi propia piel para vivir las cosas de la manera necesaria para saber qué decir con respecto a ello. Los de afuera son de palo eso sí lo aprendí, y por eso mismo lo digo, pero entonces ¿Qué necesito? ¿una Stefi más madura que yo para decirme lo que quiero saber? Díficil eso eh. Bueno, viniendo de mí no es nada raro que las cosas que pido o que necesito o que me pasan sean complicadas de resolver.
¿Qué voy a hacer ahora? Seguir escuchando Colplay, como la TÍPICA mujer masoquista que cuando tiene algo que la deja mal hace que la música que la acompaña sea la que le hace PEOR o saque al exterior lo más triste que podría mantener dentro suyo tranquilamente. A mi directamente la música medianamente alegre en estos momentos me pone de malhumor, me enoja saber que hay alguien feliz cantando cosas felices porque está feliz y yo acá batallando con mis sentimientos para comprimirlos lo más posible y viendo como pierdo la batalla, necesito escuchar que hay alguien igual que yo del otro lado del parlante. Colplay es el elegido por excelencia.
En fin, creo que todo el día de hoy se va a basar en eso, en seguir planteándome dudas existenciales de las cuales no voy a obtener respuesta alguna, y en melancolía en su máxima expresión.
Mañana será otro día.