sábado, 17 de noviembre de 2007

Hello Uncertainty

¿Cómo se sentía sentir?
Últimamente me hago mucho esa pregunta a mi misma.
Me siento en una epoca extraña, anormal a mi, o a ciertas rutinas mías.
Creo que influye mucho en eso el paso del tiempo; que si bien a veces pienso que no surte efecto, me equivoco. Y no se si eso es bueno o malo. Solo sé que pasa, y que da resultado a una indiferencia de la cual desconfío.
A estas alturas me pongo a analizar cosas, hechos pasados, recuerdos, sentimientos vividos. Y creo que si bien no pasó mucho tiempo de ellos, estoy en condiciones de sacar algunas conclusiones.
Me pongo a comparar las cosas, las épocas, y según mi estado de animo, siempre tiendo a optar por alguna distinta.
Ya no se que prefiero: Esta indiferencia, que me resulta muy calma, tranquila, en la cual si bien no tengo grandes felicidades, tampoco es así con los sufrimientos, es una extraña sensación de estar en un limbo subjetivo. Me permite disfrutar de cosas pequeñas, porque no dependo del estado de alguna u otra situación predominante.
Pero por otro lado, a veces se torna aburrido, más es así debido a que es una extraña condición en mi, yo casi nunca estoy en esa situación. Y cuando recapitulo algunos recuerdos, no puedo decir con mucha seguridad que no los extraño; porque sé que me generaron amarguras, pero a su vez dibujaron mis sonrisas, que fueron duraderas, y no tan supérfluas como las pequeñas cosas que actualmente me pueden alegrar un día.
Es todo cuestión de poner las cosas en la balanza, y mi balanza esta en contínuo movimiento, sin permitirme darme cuenta cuál es el lado que más pesa: el de la tranquilidad indiferente o el de los sentimientos ambivalentes.
Si ahora tuviera que optar por cuál prefiero, tendría que meditarlo por un largo rato, sé que si elijo la situación de cómo estoy ahora, a la larga me va a desesperar lo aburrida que es mi vida, pero todo está bastante calmo ahora que estoy saliendo de un estado del cual me cuesta escapar, que es el de aferrarme a cosas que lastiman.
Pero sé que si elijo el otro lado, el de situaciones más consistentes y más determinantes, voy a pasármela entre alegría y tristenza; y a veces, el simple hecho de recordarlo me arruga la cara, como si estuviera comiendo limón.
Me molesta esta incertidumbre mental, por ponerle algún nombre, pero creo que es una etapa de transición, y lo que de verdad me intriga, es lo que pueda llegar a pasar de acá en adelante, porque se que mi vida da vueltas como una calesita y que me puede dejar en cualquier lado. Supongo que lo tengo que interpretar como un descanso, como un entretiempo. Lo único que pido es que de una vez por todas, pueda salir de una con una sonrisa y que las cosas se me hagan menos complicadas de lo que son y de lo que yo misma las complico.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Bienvenidos a Sam's Town


Viernes Dos de Noviembre, 2 de la tarde. Salgo del colegio, camino a casa, emoción creciente en torno a los minutos que pasaban. Ya tenía todo preparado, la ropa, la mochila con todo adentro, almuerzo rápido, no estaba en mis planes retrasarme.
OK, terminado todo, ya estaba emprendiendo mi viaje en colectivo a lo que fue, para mí, el día por ahí más esperado durante muchos meses. Dos de Noviembre, Yeah! Festival, primer presentación de The Killers en Argentina.
Llego a Vélez, desorientada, el hecho de ir sola me intimidaba un poco; si bien desde hace varios años los recitales son una de mis salidas preferidas, siempre fui acompañada, y que mi primer recital sola sea en un estadio a ver bandas internacionales a campo, era algo que de cierta manera me generaba incertidumbre. Pero esta sensación se opacó en toda la espera y ya estando en Vélez por estar por ver a mi actual banda favorita.
Suena un poco triste decirlo, pero fue la primera vez que lo hice, siempre fui a ver bandas de mi agrado, pero por diversos motivos que no quiero ni recordar, nunca tuve la posibilidad de ver a las bandas que en su momento mas me movian. The Killers fue la primera.
Siguiendo con lo que fue ese día, me las arreglé para encontrar la fila, fuí dos horas antes de que abran puertas, cinco antes de que empezara el show, pero la cola no superaba una cuadra por suerte. Me sentí muy descolocada, la gente me miraba raro porque parecía sapo de otro pozo, chicas de mi edad muy arregladas y producidas (era un recital por dios, no una salida nocturna de fin de semana a Palermo), me sorprendió el hecho de que con mi poca sociabilización pude entablar conversación con la chica que estaba detrás mío, casualmente ella también había ido sola. Giuliana estuvo conmigo todo el recital, y creo que si no hubiera sido por ella no me hubiera animado a meterle tanta pila para llegar tan adelante, pero eso viene después.
Después de dos horas esperando, la fila se empieza a movilizar. GRAN error el mío al tomar una botella entera de agua sabiendo que no iba a poder ir al baño, me dí cuenta tarde. Entramos, a las corridas porque los primeros siempre somos los mas fanáticos y sacados, impropelios con la gente que revisaba, casi pierdo pilas recargables, pero zafaron por estar atascadas, la que casi sufre eso es la chica que me revisaba, pobre, dos segundos mas que me demoraba y le metía una paralítica para salir corriendo al campo.
Y la manada corrió feliz hacia el campo del estadio de Vélez. Me posicioné bastante bien de entrada, segunda fila desde la valla, pero mi altura fue un problema incluso en esa ubicación, eso me generó más ansiedad, quería meterme en valla como fuese.
Me pasó algo que nunca me había pasado: me bajó la presión, a tal punto que temblaba, no se por qué pero intuí eso antes del recital y me llevé una provisión de pastillas que consumí al toque (yo creo que me desmayaba antes de empezar el recital y sería una de las cosas que no me perdonaría nunca hasta el fin de mis días).
El apretujamiento se hacía notar cada vez más, llegaron las 8 de la noche y con una puntualidad impecable salió al escenario Starsailor, yo con mi típica manía de sacarle fotos a todo agarré la cámara. Milagrosamente una chica de la valla me dejó espacio para sacar fotos, y no me moví de ahí, por fin, por fin conseguí estar en valla. PROBLEMA: batería baja titilaba un cartelito en mi cámara, GRAN ERROR: la guardé en la mochila para después.
Starsailor hizo un show corto, o esa fue mi impresión, algún que otro tema conocía pero no me importaba no concer mucho. Los de la banda me cayeron bien, fue un recital agradable el de ellos. Por lo menos eso me pareció porque hasta ahí estaba cómoda.
Después de esperar un poco llegó Travis, bendito Travis (sarcasmo), empezó a sonar la melodía de Rocky, los señores de la banda con batas a lo boxeador corriendo por el pasillo que separaba la pasarela del escenario de la manada de espectadores (yo incluída), de caradura estiré la mano y le toqué la mano a uno (ni si quiera se su nombre).
Show interminable, infinito, irritante, y muchos calificativos con I, la ansiedad que tenía era terrible. A mi gusto tuvieron un toque de hipocresía o demagogia usando las camisetas argentinas y la remera del cantante "Arte, Música, Dulce de Leche" o algo así, siendo la primera vez que vienen no sé, lo ví como un tratar de caer bien con gestos clásicos ,la duración de su show ya me estaba poniendo de la nuca, cuando tocaron Sing dije "esta debe ser la última, lamentablemente me equivoqué, y siguieron por un largo rato.
Finalmente terminaron, ansiedad, ansiedad, MUCHA ansiedad, para peor, el preparado de la escenografía se demoró una eternidad, pero era emocionante: ver como ambientaban todo al estilo desierto de Las Vegas navideño, el teclado de Flowers ahí era algo que me ponía la piel de gallina, ese teclado tan familiar. Al ver subir el cartel de Sam's Town empecé a sentir más adrenalina: era todo tal cual las fotos de recitales internacionales que había visto, la única y trascendental diferencia es que eso no era una foto, eso era REAL, tan real como aquel estadio, aquella noche estrellada.
Las subidas y bajadas de la música de ambiente (Linkin Park, genial) alteraba los nervios de todo un estadio ansioso por ver a la banda principal desplegar su show, incontables veces pasó eso.
Repentinamente, se apagan las luces, mis gritos se unieron a los gritos histéricos provenientes de todas partes, no lo podía creer, había esperado meses para eso, ya estaba empezado. Video de intro, con imágenes que reflejaban el enfoque del disco y una canción típica de esas que intencionalmente provocan que la gente se emocione todavía más, mi adrenalina estaba a niveles ya incalculables practicamente.
Por fin llegó el gran momento: The Killers hace su apareición sobre el escenario, dejé la voz en aquel grito. Tras el tempo marcado por Ronnie (baterista) comienza la primer canción: Sam's Town como debe ser. Aquella canción que escuche tantas veces en mi pc y en mi mpc la estaba escuchando en ese momento en vivo y en directo de los mismos creadores, hermosa sensación aquella feliz euforia. Luego de un "have you ever seen the lights?" de Brandon Flowers le siguió un "¿Has visto las luces?" en un español típico de un gringo que no lo sabe hablar, pero que me ablando hasta las tripas.
Repito: Sensación increible, euforia al cien por cien, emoción como pocas.
Era increible reconocer cada acorde, cada sonido, que resulte tan familiar.
Las canciones se fueron sucediendo una tras otra, todas acompañadas de gritos, saltos, y demás.
Enterlude, When you where young (una de mis favoritas, terrible escuharla), Bones, y toda una seguidilla de temazos que se encuentran entre mis preferidos.
Con Tranqulize (tema del próximo CD) Flowers se acercó hacia la pasarela, y es el recuerdo que más grabado tengo (además de la intro), lo tuve a dos metros mío, lo pude ver de cerca, tantas fotos guardadas y en ese momento me separaba una distancia mínima, feliz, muy feliz.
Llegó el turno de Mr. Brightside, posicionado arriba en la lista, en MI lista por lo menos, escuchar ese punteo por parte de Dave fue asesino (haciendole honor a la banda), la primera canción que escuhé de ellos, una de las que más me identifica, una de mis favoritas. Cerré los ojos y cuando los volví a abrir los sentí húmedos, me sensibilizó mucho, fue algo raro, una serie de recuerdos vinieron a mí, pero no como imágenes en mi cabeza, simplemente los sentía, sabía que estaban ahí, y que estuvieron cada vez que escuché esa canción. Uno de los momentos más fuertes del recital.
Así siguieron los temas hasta All the things that I've done, era indescriptible mi apretujamiento, no podía meter la mano en la mochila ni para sacar mi camara (por consiguiente, no tengo fotos de The Killers) estuve medio recital con el cinturón en el suelo porque se me cayó y no podía agarrarlo tampoco.
Terminó aquel tema, y desaparecieron mis queridos Killers de escena, "cambio de vestuario" pensé, pero no, había terminado, con una novelística reverencia de Flowers se marcharon y no volvieron. La gente se iba, y yo emocionada pensando que por fin tenía un espacio razonable para un ser humano incluso hasta para agarrar mi cámara. Pero la emoción se desvaneció cuando la gente de escenografía comenzó a retirar todo, triste, había terminado. Tiraron las flores que decoraban todo el escenario, pude agarrar una de ellas, que decora felizmente mi escritorio, hasta el día que se seque.
Todavía sin creerlo me fui alejando hacia la salida, desaforada todavía, diciendo para mis adentros "hermoso, hermoso, fue hermoso", impulsivamente compré una remera, que (reconozco, acto de mugrosa fanática) no me saqué en todo el fin de semana ni para dormir.
Muy desorientada, me despedí de Giuliana y busqué a mi mamá, en todo el camino de vuelta (esa palabra dolía) creo que nunca tuve un acercamiento tan cercano (valga la redundancia)al autismo. No respondía a nada, mi mente, mi cuerpo, todo estaba todavía en el recital, en aquellas imágenes increibles que retumbaban en mi cabeza.
La sed, el calor, las ganas de ir al baño, fueron cosas que desaparecieron, es como si mi alma se halla desprendido de mi cuerpo por un poco más de una hora.
De lo que me arrepiento y me voy a seguir arrepintiendo siempre, es de darle tanta importancia al espacio que tenía, que opacó de alguna manera lo que estaba disfrutando, a veces, recuerdo el recital y vienen a mi cabeza imágenes de yo luchando con la chica de adelante por tener espacio en vez de recordar a la banda tocando.
Fue un show corto, es algo que todavía les reprocho, faltaron temas demasiado grossos, Indie Rock And Roll, For Reasons Unknown (que si lo tocaban, inundaba el estadio de lágrimas) y demás. Pero tocaron temas del primer Cd que yo pensé que no tocarían, pensé que iba a ser totalmente Sam's Town.
El Yeah! Festival pasó hace tres días y es en una de las únicas cosas que pienso.
Algo que me duele es tener la sensación de que se me borraron todas aquellas imágenes hermosas, no así los sonidos, las canciones, que al verlas en video las recuerdo. Pero al no ver las cosas desde mi enfoque, es como si estuviera viendo cualquier otro recital, y no al que yo fui.
Capáz esas cosas quedarán guardadas en lo profundo de mi inconciente.
Solo sé que por un día, fui feliz olvidandome (CASI) por completo de las cosas que tanto me irritan, acomplejan y hacen mal. Todo desapareció al momento en el que entraron Dave, Ronnie, Mark y Brandon. Fue una sensación que va a ser difícil de igualar.
No me arrepiento de todo lo que hice a cambio de ese recital, la plata, los viajes cancelados, la no-compañía, la falta de atención al colegio. Valió la pena, si, definitivamente.
Y si bien se le puede criticar alguna que otra cosa al recital, me quedo con lo bueno, eso me hace feliz y sé que me va a hacer feliz recordarlo.



Perdón por el texto excesivamente extenso, pero quería explicarlo lo más acoplado a lo que sentí posible, seguramente cuando lo re-lea voy a decir "me quedé corta".
Es exagerado? podés decir que sí, y capáz coincida con vos, pero me alegra que lo que sentí sea exagerado, porque fue perfecto :)