domingo, 17 de mayo de 2009

Happiness

Creo que a veces la vida está determinada por instantes. De un momento a otro la visión de las cosas, o su destino mismo puede dar un giro de 360 grados que te deja parado frente a una realidad distinta a la que venías enfrentando y anticipando.
A veces podés imaginar que esos instantes suceden, pero me parece que saber con exactitud cómo van a ser las cosas luego de ellos, es prácticamente imposible, mismo intentar imaginar las sensaciones que pueden llegar a generarte.
Estas son cosas que me siento a pensar luego de que me sucede lo que estoy describiendo, cuando tomo cierta distancia del hecho y comparo mi situación previa y posterior.
Imaginé lo que pasaría no decenas, no cientos, si no miles de veces, en contextos similares, diferente, y con infinitas variables. Día tras día, diferentes situaciones me hacían recaer sobre la misma proyección; a veces, se me hacía increíblemente inminente, a veces, simplemente suponía que era un mero producto de mi imaginación cuando se pone a volar y a torturarme con cosas que mi inconciente está esperando pero que mi lado racional intenta detener para evitar que nuevamente, generen que me golpee contra una pared, como ya ha sucedido incontables veces.
Sin embargo, y con toda esa "preparación mental" podría denominarla, a la hora de tener cara a cara lo que en mi cabeza ya había aparecido día tras día creo que justamente, lo que menos hizo fue "prepararme" para enfrentarlo.
Un instante, solo eso, una frase, una mirada, luego de eso, mi mente se teletransportó a un foro de debate interior que en dos milésimas de segundos, se puso a decidir qué era lo que quería hacer. Y hoy, tres meses después de aquel instante tan determinante, es que logro darme cuenta que por primera vez, estoy segura de haber tomado la decisión correcta (vos, lector empedernido de mi blog te darás cuenta que que yo diga que estoy segura de una decisión, es algo totalmente épico).
Hay temas en mi vida que desde que tengo acceso a mi memoria (más fuertemente a partir de los trece años) me han resultado totalmente frustrantes, hirientes y siempre los he relacionado con fracasos (soy una loser), mis proyecciones a futuro siempre resultaron negativas en cuanto a esas cuestiones, y no era para menos: paso que daba, paso que lo confirmaba, una derrota más que se sumaba a mi curriculum.
¿Y qué generó a lo largo de esos años todo eso? Principalmente miedo, miedo a jugarme por lo que deseaba, miedo a terminar mal, como siempre, miedo a perder cosas de las que me había aferrado. Y lo peor de todo era que vivía pendiente de todo ésto, era bastante difícil pensar en algo, alguien que cambiara todo ese panorama enfermizo que había amasado mi cerebro después de un período de tiempo relativamente largo.
Dificil...no imposible.
Hoy es cuando cuento con la seguridad de poder decir que todo eso quedó atrás, ¿por qué?, porque me topé con lo que se encargó de derrumbar completamente todo prejuicio y anticipación (erronea) de un fracaso constante en mi vida.
Hoy hace exactamente tres meses que me di cuenta que las cosas mutuas SI pueden existir, que el tan criticado por muchísima gente (entre la que me incluía) concepto de "para siempre" puede llegar a ser real, pero hasta que no lo experimentás, no podés percatarte de que es asi, que las cosas pueden ser diferentes a lo que refleja la tan pesimista realidad que me rodea, que todo lo que falló en el pasado, no fue totalmente en vano ya que lo que me dijeron tiempo atrás era totalmente cierto: donde se cierra una puerta, se abre una ventana, que si creía que había experimentado lo que era una sensación TAN intensa como sentir amor por alguien estaba COMPLETAMENTE equivocada, que simplemente me faltaba una (enorme) ficha para poder completar el rompecabezas y tener una relativa armonía en mi cabeza, y que su falta hacía que no pudiera apreciar al resto de las fichas (y no mando más metáfora porque es para pegarme).
Siempre pensé que lo ideal era inalcanzable, que no existía, que uno tenía que conformarse con lo que más pudiera asimilarse a ese concepto, pero que no lograra ser así. Pero me di cuenta que otra vez, estaba equivocada, lo cual desde el punto de vista de terceros puede llegar a ser muy cuestionable, ma' si, dice boludeces porque está enamorada, y es como cualquier adolescente enamorado, no sé cómo será el resto, sinceramente poco me importa, me considero un poco distinta que la mayoría de las personas de mi edad, y siempre me manejé con cuidado al adoptar ideas como las que estoy usando ahora, porque justamente, siempre creí poder llegar a ser catalogada como una más, alguien que iba a terminar hablando para nada, porque indefectiblemente, estaba equivocada, y efectivamente, así fue. Pero en este momento tengo la convicción de que puedo usar el termino ideal, con toda seguridad, yo encontré a la persona ideal para mi y hoy me doy cuenta que soy feliz, y de que eso no depende de que todo funcione bien y que no haya problemas, sino que se sostiene en que básicamente, ahora tengo todo lo que necesito para estar bien, y eso lo sé porque mis únicas preocupaciones en este momento resultan supérfluas a la hora de balancear mis prioridades.
Y es por eso que llego a la idea de que la vida se determina por instantes, aquel instante, aquel hormigueo en la panza, aquel temblor en las manos y en todo el cuerpo, aquella piedra en el centro del pecho, sensaciones para las que no estaba preparada, sensaciones que se incrementaban a cada fragmento de segundo que pasaba..aquel sobrecargo de ideas en mi cabeza, que finalmente terminó desapareciendo cuando cerré los ojos y permití aquel primer beso, blanqueando hasta la última neurona que habita en mi mente. Definitivamente no podría haber imaginado ni anticipado eso. Pero estoy contenta de no haberlo hecho, porque si ese hubiese sido el caso, nunca podría haber llegado a ser tan especial.
Pero si lo fue, y por ello estoy hoy sentada acá escrbibiendo acerca de eso.
Hace tres meses, un día de verano de esos que quedaron atrás (odio este otoño), él estaba apareciendo en mi vida en un lugar distinto al que solía ocupar, para establerse de manera definitiva ahí, para hacerme sentir, día tras día, que las cosas pueden salir mejor de lo que uno imagina, para generar en mi la sensación de que mi corazón se expande incluso con una simple mirada, comprimiendo el resto de mis órganos, para hacerme sentir la incomparable sensación de un sentimiento tan hermoso como es el de sentirse enamorada, para darme la seguridad de que puedo ser feliz con alguien a mi lado que no tenga un final ineludible, muy por el contrario, que nunca lo va a tener, para hacerme caer en la cuenta día tras día de la existencia de conceptos tales como eterno, mutuo, correspondido y el más importante de todos...
amor.

Gracias Federico :')