A veces se te presentan ocaciones que te hacen caer en la realidad de manera demasiado repentina, lo que solemos llamar darte la cabeza contra la pared, o que te tiren un baldazo de agua fría.
Vengo acarreando una situación complicada desde hace ya un buen tiempo.
Pasé momentos harto desagradables, y también me sentí tan bien que pensaba que no estaba parada en el planeta tierra.
Es mi mayor defecto creo, ceder tan facilmente a estas circunstancias.
Pese a las caídas sigo mirando hacia el mismo lado, pasé meses pensando que las cosas cambiarían but here i am again, estoy bien, me hace bien, pese a los cambios.
Pero todo siempre tuvo esa espina, esa molestia pululando por aquí y por allá, recordando de manera incesante la falla de todo el plan, el engranaje que estaba rompiéndose.
No pensé que iba a verme tan cara a cara con esa situación, no consideré el peso que podría llegar a tener.
Hasta hoy.
¿Básicamente? Me siento un monstruo.
Y me duele sentirme semejante abominación
Es el precio que se paga cuando jugas con las variables de una manera tan indiscriminada supongo, por creerme dios, por creer que las cosas que uno hace no tienen consecuencias en los demás.
Tengo que aprender a no sobrepasarme, y no por mi, sino por quienes me rodean.
Me siento irresponsable, caprichosa, egoísta, histérica, cruel, inmadura, insensible. Es algo muy feo, realmente estoy parada en una situación en donde no se qué se supone que tengo que hacer.
Y me resguardo en el desconocimiento, porque es lo único que proteje a todos, el no saber. Porque la verdad es una bomba de tiempo.
Una bomba de tiempo que al día de hoy tuve que taparme la boca con ambas manos para no gritar a los cuatro vientos.
Jamás pensé que iba a sentir con tanta desesperación la necesidad de desenmascarar todo esto, y todavía siquiera entiendo el motivo, creo que directamente estoy ansiando que me odien.
Merezco que me odien, no merezco haber escuchado todas las cosas que escuché hoy a causa del desconocimiento.
Porque si las cosas se plantearan con la verdad, estoy demasiado segura que me posiciono en un lugar mucho más indeseable.
Me parte el alma saber que me consideran algo tan bueno cuando no lo soy. No lo merezco, no merezco que sufran por mi cuando yo ya hice mi historia.
¿Si me arrepiento de las cosas? No, no llegué a ese punto, la culpa no viene acompañada con un deseo de remendar todo.
También me detesto por eso, por inconcientemente seguir por este camino que decidí tomar y que día a día se va tornando más evidente lo fantaseoso que es.
Afloraron tantas cosas nuevas ultimamente que por más que lo desee no puedo redirigirlas hacia otro lugar, aquel viejo lugar.
Tuve la fuerza para manifestarlo, pero la realidad no está completa.
Y estoy en esta dualidad de querer protejer pero afrontar cara a cara lo que soy, lo que hice y cargar con eso.
Sabía que me estaba pasando de los límites al intentar retomar algo que tenía muy claro que ya tenía que dejar atras, me lo repetí una y mil veces "abriste otra puerta, por respeto a todo el mundo dejá la otra atrás". Egoísta, inconciente, no lo hice, me jugué por recuperar algo y hacer renacer cosas ajenas que no puedo controlar, no todo está en mis manos.
Quiero seguir mis vías, tal y como lo estaba haciendo, mezclé dos aguas que definitivamente tenían que estar separadas, paradójicamente por el simple hecho de estar tan vinculadas.
Y una aparece en la otra, y con ello un eco inconstante de todo lo que está mal en la historia.
Me pregunto por qué llegando a esta instancia sigo prefiriendo lo más imposible?, lo agarre por donde lo agarre no hay vía de entrada y sin embargo cada vez que leo alguna frase o escucho cierta canción lo que se me viene a la mente no es más que la imagen de lo que jamás debió ser, y no la única cosa que hice medianamente bien.
No extraño eso. Y posiblemente sería más sano que lo hiciera, para mi, para todos.
Hacía mucho tiempo que no tenía razones para llorar.
Pero hacía mucho más tiempo que no tenía razones para odiarme como lo estoy haciendo ahora.
No creo posible encontrar una ayuda en toda esta telaraña, no creo que nadie pueda entender realmente lo que es si no se ve desde adentro. ¿A qué recurro? A veces intento mirar todo el tema desde una perspectiva más alejada y me es inevitable pensar que visto de afuera debe parecer que soy demasiado cruel como para que me importa lo que le sucede a los demás.
Y realmente no es así, realmente me gustaría ver a todo el mundo bien. Estoy metida en dos mundos en los que pareciera que hago mucho mal. Cuando fueron y son algo tan fundamental para mi, cada uno en su distinto momento.
No se qué es lo que se supone que debo hacer.
No se qué tengo que priorizar.
No se qué es lo que está bien a estas alturas.
Se lo que quiero.
Se que no va a ser.
Se que sigo equivocándome.
Se que necesito una mano.
No se dónde encontrarla.
Dudo que pueda conciliar el sueño hoy, no dejo de imaginarme a mi misma como lo que me convertí, un monstruo.
Dios....¿Por qué tengo que ser así?
lunes, 25 de abril de 2011
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